¡Primavera soriana, primavera humilde, como el sueño de un bendito, de un pobre caminante que durmiera de cansancio en...
EL DIOS IBERO Igual que el ballestero tahúr de la cantiga, tuviera una saeta el hombre ibero para el Señor que...
RETRATO Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte...
Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual...
Pasan las horas de hastío por la estancia familiar el amplio cuarto sombrío donde yo empecé a...
Era una mañana y abril sonreía. Frente al horizonte dorado moría la luna, muy blanca y opaca; tras ella,...
Las ascuas de un crepúsculo morado detrás del negro cipresal humean... En la glorieta en sombra está la fuente...
Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario. Girando en torno a la torre y al caserón solitario, ya...